lunes, 28 de septiembre de 2009

From Cryptonomicon to Anti-psychiatry: some fashionable nonsense.

Aún es posible recordar el escándalo Sokal, como la cima, o la culminación de lo que se llamó las "Science Wars". Al poco tiempo del escándalo (1996/7) compré la novela de Neal Stephenson Cryptonomicon, que ha sido traducida al español.

En la novela uno de los personajes, Randy Lawrence Waterhouse, se compara con un enano, aclara que no se trata de un enano "endocrinológico" si no un enano de Tolkien. Éstos, los esforzados enanos de la Tierra Media, trabajaban en minas oscuras y fabricaron los Anillos de Poder (algo así como la Bomba H de la Tierra Media); mientras que los decadentes Elfos, languidecían e iban extinguiéndose en sus palacios de cristal.

La comparación se efectuaba porque los enanos representaban al mundo de la(s) ciencia(s) y de la interacción, de lo práctico y empírico, mientras que los Elfos vendrían a ser los académicos, contemplativos, en sus torres de marfil, de los que el resto del mundo, "do not give a shit" (Cryptonomicon, page 93, con algunas modificaciones) .

Algo de lo anterior comentó el filósofo Dan Dennett una vez, atribuyéndolo a E. O. Wilson: "Scientists, being held responsible
for what they say, have not found postmodernism useful."

Como ha dicho varias veces Berrios, la medicina (y por tanto la psiquiatría) no es una disciplina contemplativa; más al contrario, se trata de un actividad que modifica e interactúa (de paso, el artículo sobre la historia conceptual de las clasificaciones es de lo más lúcido que ha escrito Berrios).

A principio de la década de los sesenta, y tal y como describe el mismo Berrios en otro artículo, un grupo de sociólogos, filósofos, antropólogos sociales, descubrieron que la psiquiatría era el lugar ideal para probar sus propias teorías (notablemente, Jan Goldstein, en su magnífico libro sobre la psiquiatría francesa, llega a similares/idénticas conclusiones en su introducción).

De esta manera, y con la contribución de filósofos como Foucault o sociólogos como Robert Castel, se inicia el movimiento anti-psiquiátrico en Francia. Desde entonces, dos mitos fundacionales de la psiquiatría moderna fueron destrozados: Pinel ya no liberaba a los locos de sus cadenas y la psiquiatría tampoco fue responsable de que se dejara de quemar brujas.

Pero, ¿en realidad la narrativa de Foucault o de Castel, es más válida que la de los historiadores "convencionales" - Whig - de la psiquiatría? ¿No es acaso su narrativa tan válida como la de los otros?

Así Pinel viene a convertirse en una especie de Gato de Schrödinger que permanece en dos estados hasta que se colapsa la función de onda del sistema Pinel liberador/Pinel mitológico - aunque para ponerme más a tono con el espíritu del blog, podría hablarse de un Suicidio Cuántico (una variante del experimento de Schrödinger), lo que es todavía más atrayente (o repelente, según las circunstancias).

Y la conclusión anterior, en dónde se invoca a la Mecánica Cuántica, tiene su razón de ser. Al fin y al cabo, el artículo de Sokal era: Transgressing the boundaries: Towards a transgresive hermeneutics of Quantum Gravity. Lo que pone fin a este post en el que - lúdicamente - se ha repasado la inutilidad de revisar el origen de la psiquiatría moderna en vista de la narrativa postmoderna, con una alusión - directa y conspicua - al Escándalo Sokal.

¿Vivimos entonces una "Science Wars" continua en la psiquiatría en donde cualquier modelo vale?¿El dictum: anything goes, de Cole Porter y Feyerabend es el epítome de nuestro trabajo?

Nota: el famoso "Gato en la Caja" - por gentileza de Schrödinger y Wikipedia en español.

sábado, 26 de septiembre de 2009

¿Viraje o no viraje?

La revista Acta Psychiatrica Scandinavica ofrece, de un tiempo a esta parte, acceso a sus editoriales. Aunque el Eigenfactor no es de los más prominentes (como el de Archives o el American Journal) sus articulos suelen ser interesantes y diferentes - en el sentido de su originalidad y de salirse de la rutina psicofarmacológica y biologicista tediosa de otras revistas. Además, las editoriales tienen algo de irreverentes, lo que hace su lectura, después de los a veces excesivos estudios aleatorios y a doble ciego con controles, muy entretenida.

Sin embargo, me gustaría comentar un estudio en el American Journal of Psychitry del año 2003 al que llegué a través de una editorial en la la revista Acta Psychiatrica (larguísima y con el sugestivo título From Psychoanalysis to Epidemiology) escrita por uno de los psiquiatras europeos legendarios, y aún vivo, Jules Angst. De acuerdo con Angst, uno de los "mitos urbanos" de la psiquiatría es lo que se denomina "viraje al polo maníaco" en pacientes con trastorno bipolar a los que se les administra un antidepresivo.

En una entrevista con David Healy (The Psychopharmacologist vol 1, p. 294 - que ya ha sido comentado con anterioridad) en la que Angst hace referencia a dos artículos suyos, uno de 1987 y otro de 1992 (este último ilocalizable), plantea como contabilizó el viraje al polo maníaco en una población de pacientes antes de la introducción de los fármacos psicotropos y después; de acuerdo con sus resultados, no había diferencia significativa entre los dos grupos. Además del interés per se de este hallazgo, uno de los intereses históricos es que los ordenadores y la estadística se introducen en la psiquiatría de mano de la psicofarmacología - su formación en estadística y en programación - le sirvió a Angst para sus grandes estudios epidemiológicos posteriores. Y así volvemos al estudio en el American Journal of Psychiatry del 2003, en el que se dice: "The trial data do not suggest that switching is a common early complication of treatment with antidepressants. It may be prudent to use a selective serotonin reuptake inhibitor or a monoamine oxidase inhibitor rather than a tricyclic antidepressant as first-line treatment" (añadir de paso que se puede acceder al artículo completo del Am J Psych y que los artículos que lo citan son, de por sí, una mina; especialmente los de Evidence Based Mental Health y el Journal of Psychopharmacology).

El resultado del metaanálisis va (parcialemente) en contra de la intuición y la observación clínica y se tropieza, de bruces, con este otro que es mencionado en las citas anteriores: "Mood switch in bipolar depression", publicado hace un tiempo en el Brit J of Psychiatry. En este, como pueden ver, se establece que uno de los fármacos responsable de más virajes es la venlafaxina, en comparación con el bupropión y la muy conocida sertralina. ¿En qué quedamos? ¿Son los antidepresivos responsables de viraje al polo maníaco o no? ¿Se trata de un mito farmacológico?

NB: en la imagen Jules Angst.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Freud, el Libro Rojo y el artículo de Louie y Wilson.

Freud es uno de los personajes históricos que no logro quitar de la mente (¿de qué parte?) para bien o para mal. Algunos conocerán el libro de Webster, del que hay traducción al español, y el artículo, mortífero, de Raymond Tallis en The Lancet (Burying Freud).

Sepultando a Freud (Versión definitiva - 12 Oct 07)


Louis Breger, uno de los varios biógrafos de Freud, acaba de publicar un libro acerca de Freud con el sugestivo título de A dream of undying fame: how Freud betrayed his mentor and invented psychoanalysis. En estos tiempos de "mindless psychiatry", en la afortunada frase de Leon Eisenberg (Brit J Psychiatry 1986, 148, 497-508), un recordatorio acerca del astuto vienés no viene mal - y más todavía cuando se acaba de publicar el Libro Rojo de su rival antisemita y suizo.

El locus classicus freudiano, Die Traumdeutung, en español, La interpretación de los sueños, me trae a la memoria un artículo en la revista Neuron. Dos investigadores, Kenway Louie y Matthew Wilson trataban de estudiar si la actividad eléctrica en el hipocampo de las ratas cambiaba de acuerdo con los cambios en el laberinto utilizado. En efecto, con cada laberinto nuevo, cambiaba la actividad eléctrica en el hipocampo. Pero, lo sorprendente fue el hallazgo de cambios idénticos en la actividad eléctrica que se registraban durante los periodos de sueño REM, mientras las ratas permanecían inactivas. En un sentido, se procesa la información aprendida durante el día durante los periodos de ensoñación, de una manera sui generis, con elaboraciones y sustituciones insólitas. No sé si ello ha sido establecido en los humanos, pero el artículo per se llamó mi atención - durante un tiempo he procurado interferir con mis sueños, de la manera descrita en fascinante libro de Jeff Warren, The Head Trip. (NB: debo al blog The Frontal Cortex el haberme enterado del estudio de Louie y Wilson).

Aunque contemporáneo de Alzheimer, no parece que Freud haya conocido al bueno de Alois. El Portal Salud Mental acaba de publicar una interesantísima noticia acerca del uso - o mejor aún, la ausencia de... - de medidas de contención mecánica en pacientes con Alzheimer. A muchos psiquiatras españoles les asombrará saber que se puede hacer psiquiatría y psicogeriatría sin usar medidas de contención mecánica...

sábado, 19 de septiembre de 2009

Migrañas, TDAH y comorbilidad psiquiátrica posterior.

Migrañas:
Le debo al interesante blog de Arturo Goiocoechea la lectura de un fascinante artículo, cuyo abstract es accesible aquí. La conclusión final del mismo es que la migraña es mucho más común entre los neurólogos que en la población general; más aún, la prevalencia de la migraña entre los neurólogos que se dedican a las cefaleas es incluso más elevada. Los autores del artículo no se explican el porqué de ello; al final del artículo - que es sólo de dos páginas - especulan con la posibilidad de una personalidad "migrañosa". Esto lo descartan rápidamente y citan un artículo en la revista Cephalalgia en donde empíricamente se demuestra que no hay una asociación entre rasgos de personalidad y migraña (no he tenido acceso al artículo de Cephalalgia por lo que no sé si la metodología para establecer la ausencia de relación entre personalidad y migrañas es correcta o no; de todos modos, prima facie, para que los resultados fueran verosímiles, se requeriría un estudio complejo). Sería interesante saber si este estudio es generalizable a poblaciones de neurólogos no EE.UU.

TDAH y comorbilidad psiquiátrica:
La revista Pediatrics acaba de publicar (Julio 09) un estudio prospectivo de casos y controles llevado a cabo por Biederman et allia con un título provocativo (desde hace un tiempo, el tono de los artículos ha cambiado en las revistas biomédicas: de ser descriptivos a ser retadores): Do stimulants protect against psychiatric disorders in youth with ADHD? A 10-year follow-up study. Aquellos niños con TDAH que estuvieron tratados con un estimulante desarrollaron menos trastornos psiquiátricos (ansiedad y depresión) y menos trastornos de conducta que los que no fueron tratados con psicoestimulantes. La conclusión de Biederman y colaborades es la siguiente: "Hemos hallado pruebas de que el tratamiento con estimulantes disminuye el riesgo de sufrir trastornos psiquiátricos comórbidos y de fracaso académico en jóvenes con TDAH". En otras palabras, si a los/as niños/as con TDAH se les administra un psicoestimulante, tendrán un riesgo menor de sufrir un trastorno psiquiátrico (ansiedad, depresión y trastornos de conducta) en la edad adulta. Desgraciadamente no he podido leer el artículo entero (estoy en ello) por lo que me he de limitar al abstract y a un press release en el RSS feed de Medscape.

Recordarán una entrada anterior en este mismo blog en la que hacía referencia al estudio MTA (NIMH Collaborative Multisite Multimodal Treatment Study of Children with ADHD - N = 436). Los resultados de este estudio chocan frontalmente con los del estudio de Biederman... ¿O no? En parte, explicarían los resultados del estudio de Biederman sin recurrir al uso de psicoestimulantes. De acuerdo con el MTA, "[aquellos] niños con ventajas conductuales y sociodemográficas, y con la mejor respuesta a cualquier tratamiento, tendrán el mejor pronóstico" (he citado del abstract del estudio).

Es decir, el MTA estableció que independientemente del tratamiento que le den al niño, mejorará si al inicio de su enfermedad se sitúa en condiciones sociodemográficas y conductuales ventajosas (¡!). Este fue uno de los hallazgos más brutales del estudio, ya que a uno de los grupos se administró durante catorce meses, un psicoestimulante que, a la postre, no contribuyó a un cambio sustancial en los outcomes del estudio.

Como mencioné, no he podido leer el artículo de Biederman, pero no me extrañaría que aquellos niños que no desarrollaron comorbilidad psiquiátrica posteriormente fueran los niños que en el estudio MTA ocupaban una pole-position (por decirlo de alguna manera) más ventajosa sociodemográfica y conductualmente.

Por ahora la controversia acerca del uso crónico de psicoestimulantes no queda resuelta con este estudio en Pediatrics.

Biederman, J., Monuteaux, M., Spencer, T., Wilens, T., & Faraone, S. (2009). Do Stimulants Protect Against Psychiatric Disorders in Youth With ADHD? A 10-Year Follow-up Study PEDIATRICS, 124 (1), 71-78 DOI: 10.1542/peds.2008-3347

lunes, 14 de septiembre de 2009

Darwin

A estas alturas todos deben saber que este año se celebra el 200 aniversario del nacimiento de Darwin. Hace poco se tradujo al español una de las mejores biografías de este hombre extraordinario - se trata de la muy premiada biografía de Darwin escrita por Janet Browne: el primer volumen se titula "El viaje", mientras que el segundo se tituló "El poder del lugar" (Universidad de Valencia, 2008 y 2009, respectivamente).

De esta biografía se ha dicho que es la mejor... exactamente no sé qué es lo que se debe inferir de ello. En mi opinión, la de Adrian Desmond y James Moore es la mejor, sin duda (no sé si existe traducción al español pero parece que sí). Nunca antes había leído una biografía como si se tratara de una novela de esas que no puede uno abandonar.

Y si aún tienen ganas de seguir leyendo acerca de Darwin, no duden en adquirir, en español, la magnífica novela de Harry Thompson, Hacia los confines del mundo - de la que pueden leer una reseña comme il faut aquí.

El inicio es escalofriante y no sólo porque comience en la fría Patagonía; además, se inicia con el suicidio del primer capitán del Beagle, el que precedió a R. Fiztroy que también se quitó la vida.

Hay un libro publicado el año del centenario de la muerte de Darwin - 1982 - y con el título Darwin en España, cuyo autor es Thomas F Glick. Este libro tiene interés para los Canarios puesto que el primer gran debate público sobre la Evolución tuvo lugar en las islas.

Transcribo literalmente parte del contenido de la página 32: "El debate acerca del evolucionismo se desarrolló en Las Palmas, ciudad que entonces tenía unos veinte mil habitantes y era la capital intelectual del archipiélago. Comenzó en los primeros meses de 1876 con la aparición del fascículo inicial de la historia natural de las islas, original de Gregorio Chil y Naranjo".

La BBC ha participado en un largometraje sobre la vida de Darwin - al parecer hay dificultades para distribuirlo en los EE.UU. Pueden ver un trailer muy atractivo y conmovedor y enterarse de ésta y otras noticias en la página del The Times Online. Es inevitable que The Times le eche una filípica al periodista científico del Daily Telegraph; al parecer éste es creacionista y recientemente se atrevió a cuestionar a Darwin y a la Evolución en las páginas del periódico.

Acerca del efecto Ismael.

Es habitual, en la blogosfera, el resumir lo publicado acerca de un tema determinado - así, el blog Neuroanthropology tiene una sección los miércoles dedicada a estos menesteres y el legendario Mind Hacks tiene una sección llamada Spike Acitivity (¿publicada cada viernes?) que no está nada mal.

De hecho, acabo de visitar Mind Hacks y me he llevado la sorpresa de encontrar este interesante e inusual artículo, en el que una mujer de 45 años que sufría de dolor de cabeza (más intenso en lado derecho) fue llevada a un tantrik por sus familiares con consecuencias notables... aunque no tan notables como el hallazgo de este TAC cuyas imágenes adjunto en un funcionario francés (Feuillet L et al., The Lancet 2007; 370: 262. En la imagen se compara un TAC de cráneo normal con el del paciente).

En su afán por abandonar la actitud "eurocéntrica, de supremacismo racial blanco y además machista" existe un sector de la Medicina Occidental que aspira a ser "Integrador", algo así como la práctica a la que sometieron a la señora del artículo anterior, pero con intenciones "holísticas"1. Acerca de este espinoso tema pueden leer una interesantísima editorial en el último BMJ, al que tenía algo abandonado.

En esencia, lo que viene a decir la editorial del BMJ es que los criterios científicos que se aplican para evaluar la eficacia de prácticas complementarias (acupuntura, homeopatía, etc) son demasiado estrictos y deberían de ser modificados en beneficio de éstas (¡!). Es decir, que de ECAs (Estudios con Control y Aleatorizados o Randomized Controlled Trials) para remedios alternativos, nada de nada... Las respuestas han sido demoledoras y se puede acceder a ellas sin restricciones aquí.

Esta maniobra, la de cambiar la ubicación de la portería cada vez que se ha de tirar un penalty, me recuerda a algo que leí hace unos años, en medio de las "Freud Wars" (para un análisis de lo que fue esta guerra, ver el artículo de John Forrester - claramente sesgado a favor del bando psicoanalitico - acerca de la misma2) y en un libro con el título de "A Final Accounting. Philosophical and Empirical issues in Freudian Psychology": de acuerdo con la corriente psicoanalítica los estándares que se aplican a las ciencias naturales no deberían ser aplicados al psicoanálisis porque éste tiene sus propios estándares.

El controvertido filósofo australiano D.C. Stove, diría que aquí se ha usado una variante del Efecto Ismael. Este efecto lo explica magistralmente Jorge Gibert Galassi en un artículo que pueden encontrar aquí. Si bien Stove lo aplicó a la sociología de la ciencia, también es aplicable en este caso: "El hecho de que filósofos como David Stove hayan calificado la sociología de la ciencia como algo estúpido (2006), se debe al efecto Ismael, que resumidamente indica que sólo los sociólogos de la ciencia ––como Ismael, único sobreviviente en la novela Moby Dick–– se autoatribuyen la capacidad de superar los determinismos histórico-sociales y epistémicos que ellos postulan como imposibles de superar".


Le debo al blog Science-Based Medicine el que me haya alertado a esta editorial del BMJ.



Como saben, uno de los psiquiatras jóvenes más interesantes, Jim Van Os, viene apoyando la necesidad de introducir dimensiones en psiquiatría y, peor aún, en el intocable terreno de las psicosis. Se acaba de publicar una editorial en el último número de Acta Psychiatrica Scandinavica en dónde no sólo se muestra convincente en cuanto al uso de las dimensiones de marras, si no que además desgasta un poco más la clásica dicotomía kraepeliniana - se da la paradoja de que el discurso de Van Os nos retrotraería a nada menos que a Griesinger, más de cien años atrás, y a su Einheitspsychose.

En cualquier caso, se trata de una editorial compacta, clara y con un gráfico extraordinario en el que se entiende perfectamente el porqué de usar dimensiones (dos comentarios: primero, no he utilizado el gráfico en este post por razones de copyright; segundo, por alguna razón, la editorial es de acceso libre aquí).

En el mismo número de la revista se puede encontrar un caso clínico de acceso abierto en el que una mujer de 31 años experimenta delirios al suspender paulatinamente la Venlafaxina que tomaba. Uno de los aspectos interesantes del caso es que estaba con una dosis muy baja (37.5 mg); otro, es que en Japón, en el 2009, no se ha comercializado este fármaco, por lo que decidieron sustituirlo con Clomipramina.

Y como decía Porky, that's all folks! que en España se tradujo como: "Esesó... esesó..., ese soy yo".







notes



1 Acabo de hacer lo que Stove criticaba de Popper, Lakatos, Feyerabend y Kunh: usar las comillas para neutralizar determinadas palabras con carga cognitiva negativa... sic transit gloria mundi.

2 Una síntesis histórica sesgada acerca del enfrentamiento a mediados de los noventa entre F. Crews y el lobby psicoanalítico no ha sido escrito aún. Quizá sería necesario dedicar un post en el futuro a este tema... que fue corrosivo en su momento.

martes, 8 de septiembre de 2009

Just so stories...

Los comentarios que siguen son sólo comentarios, como ya se sabe. En un blog diletante poco se puede esperar, excepto comentarios e impresiones sin rigor metodológico - sigo así un precepto que probablemente se ponga en vogue: el de especificar desde el principio qué es o qué no es lo que se pretende; un disclaimer a lo anglosajón, vamos.


Just so stories...

Hace unos días me "regalaron" el libro En el mundo paranoide de Ediciones Aula Médica. He entrecomillado la palabra 'regalaron' para ponerme a tono con el primer capítulo del libro, escrito por Germán Berrios y con el título Anhelo de una historia adecuada sobre la paranoia. En las tres primeras páginas hay nada menos que 18 palabras entrecomilladas.

Este exceso aparentemente innecesario me recordó un libro de un filósofo australiano, D.C. Stove, que se publicó hace tiempo en español (Tecnos, 1995) con el título de Popper y después. Cuatro irracionalistas contemporáneos (la sinopsis del libro, en inglés, accesible en la Wikipedia, es magistral).

De acuerdo con Stove, Popper introduce la técnica de la neutralización de las palabras-de-éxito. Stove propone que hay palabras que cognitivamente implican éxito o logro, como por ejemplo: conocimiento, descubrimiento, hechos, verificar, verdad y prueba, entre otras.

Añade que los filósofos no pueden prescindir de ellas, pero que si se utiliza el entrecomillado, se altera todo: la frase 'Galileo descubrió X' tiene un significado completamente diferente de 'Galileo "descubrió" X'.

El elemento conferido por la ambigüedad es esencial, consideren - siguiendo los ejemplos de Stove - un cartel en una pescadería en el que estuviera escrito 'Pescado "fresco"'.

Este artificio también puede ser utilizado con palabras y términos que supongan un fracaso cognitivo, como: error, falso, refutar, etc. La frase 'Una teoría "refutada"' no es lo mismo que 'Una teoría refutada'.

Es interesante ver como Berrios, en el capítulo mencionado, usa ese lenguaje de logro, de éxito, y al mismo tiempo lo neutraliza. Stove calificaba a Popper y a sus epigonos, Lakatos, Kuhn y Feyerabend de filósofos irracionalistas - es posible así, extender el calificativo a la narrativa de Berrios.

En esencia, la reflexión/comentario que me hago y que sigue es la/el siguiente: Germán Berrios ha experimentado un cambio gradual de cosmovisión (en tanto que el término es más amplio y rico que epistemología); ha pasado de una cosmovisión fuertemente impregnada de realismo científico (llamémosla Berrios 1) a una menos convencional y postmoderna en donde lo que predomina es una suerte de constructivismo epistemológico moderado y con reservas (que se puede abreviar con el nombre de Berrios 2).

¿Por qué tiene esto importancia para mi? Porque en principio me alineo con la epistemología realista del Berrios 1 y tengo graves prevenciones con respecto a Berrios 2. Si como Berrios ha manifestado varias veces la raison d'être de la profesión - la psiquiatría y los psiquiatras - son los pacientes que sufren y que piden ayuda, me parece de gran pobreza el ofrecerles afirmaciones como esta:

  • "[...] la investigación empírica por sí sola no resuelve todos los problemas, el estado actual de las cosas no es mucho mejor de lo que fue en los primeros siglos, y cualquier plan para mejorarlo tendría que basarse en el firme conocimiento histórico para determinar donde fueron mal las cosas" (Tratado de Psiquiatría. Capítulo 5. Etiología en psiquiatría. pág. 116, columna 2).

Y más, cuando en 1994 alertaba en un artículo acerca de la metodología de la historia de la psiquiatría de lo siguiente:

  • "The history of psychiatry is ailing from ’migrant worker-disease’.Philosophers, sociologists, social anthropologists, professional historians and others have discovered that psychiatry is the ideal testing ground for their pet theories. Just like the atomic scientists of old, the new-age ones hit and run, leaving much conceptual fall-out behind. They rarely stop to ask what might happen to patients and psychiatric services alike if, through some crevice in the soil, the fall-out feeds some proverbial political monster who (as it happened in Italy not long ago) decides to implement their views? [...] Clinicians do not want historical voyeurs or subjects who use their writings to act out their hang-ups: the mentally-ill deserve better than this".

Mencioné más arribas que no trato de escribir un riguroso artículo crítico - se trata de impresiones, quizás sesgadas; sin embargo, no puedo dejar de pensar que mucho de lo que pasa por erudición, hoy en día, se basa en especulaciones, como las que hago aquí, adornadas de alguna que otra referencia bibliográfica sugerente.

En esta línea, me apena el relativismo, el perspectivismo, de Berrios puesto que creo que justifica, sin proponérselo, mucha "narrativa" sin rigor.



NB:
  1. En cuanto a lo del "regalo" del principio, he de confesar que el libro fue un "obsequio" no solicitado de una conocida compañía farmacéutica.
  2. En lo concerniente al título del post: Just so stories... leer aquí.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Funes the Memorious did not have a Theory of Mind or did he?

Un post reciente en el riguroso e inmejorable blog de Justin Marley The Amazing World of Psychiatry me devolvió a una de los motivos por los que quise hacer psiquiatría: antes de dedicarme a estos menesteres (y debido al legendario número del mes de Noviembre de 1979 del Investigación y Ciencia), me atrajo saber cómo funcionaba la mente o, mejor aún, cómo era posible que el cerebro generara la mente (o aquellos procesos cerebrales que hacían que me atrajera el número de Noviembre de 1979 del Investigación y Ciencia).

El título del post en The Amazing World of Psychiatry es: Can de Brain Understand the Brain?. Se trata de un elegante y breve artículo acerca de la complejidad de algunos conceptos referidos al modo en el que el cerebro utiliza las oleadas de información que entran y cómo sortea o negocia las dificultades inherentes a información que es redundante (sólo por el curioso Gedankenexperiment que propone, vale la pena leerlo); utiliza a Kolmogórov y a autores más recientes, Russell y Gödel, para justificar matemáticamente lo anterior y comienza y acaba el artículo con una alusión a "Funes el Memorioso".

Según Sigman, el autor del artículo, el cerebro humano trata de no ser Funes; para ello la Evolución/Selección Natural se ha encargado de efectuar, en el transcurso de eras históricas, un "experimento colectivo cognitivo masivo".

La complejidad del funcionamiento del cerebro - y de la consciencia - me lleva a plantear la necesidad de multiplicar las explicaciones - ¿Encontrar una heurística? - que apelen a procesos no conscientes para entender aquellos que son explícitos y aparentemente transparentes.

De vuelta a los motivos por los que me dediqué a la psiquiatría: primero, el problema mente-cerebro (tal y como lo denominan - denominaban - los autores anglosajones); en segundo lugar, y puesto que había estudiado medicina, me llamó la atención el artículo de Seymour Ketty, en el mismo número del Investigación y Ciencia, sobre las enfermedades mentales.

¿Y por qué menciono esto (mis raíces neuroquímicas)?

La razón de ello se encuentra en el magistral artículo acerca de la historia de la psiquiatría escrito por Rafael Huertas, en el que siguiendo la metodología Cantabrigense, especifica que se puede hacer historia de la psiquiatría desde cualquier narrativa pero ésta ha de hacerse transparente desde el principio, ha de explicitarse.

Esta suerte de sortilegio inicíatico, tiene su interés (y su gracia exculpatoria): el empleo del constructivismo social/histórico rabioso, por ejemplo, es legítimo si se especifica que es éste el que se utiliza para describir una colección de síntomas. De esta manera, una historia "Whig" e "Internalista" (ambos conceptos los explica Huertas en su artículo) es también válida (pero un poco menos; aunque Huertas acepta que tanto Mark Mikale como el difunto Roy Porter - dos luminarias en esto de la historia de la psiquiatría - también acreditan esta otra historiografía "manqué" de la psiquiatría).

El irresistible atractivo de lo Postmoderno en el que todas las narrativas son válidas y no existen ni realidades ni verdades absolutas - con las prevenciones señaladas acerca de la transparencia necesaria cuando se inicia el abordaje de un asunto psiquiátrico - choca frontalmente con un reciente artículo de Bruce Charlton con el título de: The vital role of trascendental truth in science. El abstract del artículo de Charlton concluye con la siguiente frase: "En defintiva, la ciencia debería de hacerse a todos los niveles de arriba abajo sobre la base de lo que Bronowski denominó el "hábito de la verdad". En estos momentos ese fin parece remoto y caprichoso. Pero hasta donde nos alcanza la memoria, la búsqueda de la verdad y la verdad en sí misma constituían hechos rutinarios en la vida científica - que se tomaban como inherentes a la ciencia entre los científicos verdaderos" (la traducción es libre).

El papel vital de la verdad trascendente en la ciencia es uno de los temas que se mencionan en otro artículo con el título "Postpsychiatry: how to throw the baby with the bath water"que es asequible gracias al estupendo blog psiquiátrico Desde el Manicomio del que soy lector habitual e inevitable. Para Dusan Kecmanovic, el elemento más notable de la post-psiquiatría es el de la "desprofesionalización" (ruego perdonen el neologismo ¿O es un anglicismo?); Kecmanovic añade: "Los postpsiquiatras hacen campaña para desprofesionalizar, esto es, despsiquiatrizar, y en su última instancia desmedicalizar a la psiquiatría [...] La Postpsiquiatría identifica el modelo biomédico como el obstáculo más importante en su camino para una psiquiatría mejor"(el subrayado es mío).

Para aquellos que encuentren el fervor totalizador de Charlton intolerable o incómodo (el uso de términos como verdad y trascendental tiene algo de teleológico y omnipotente) recomiendo recurrir a un saludable artículo de José M. Villagrán Moreno en la Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría(2002), por ser menos intenso y apasionado pero no menos crítico. Se trata de una respuesta a otro artículo de Alberto Fernández de Liria en el que básicamente éste comete el mismo error que el dodo de Alicia en El País de las Maravillas, en el que todos los modelos psicopatológicos ganan la carrera y todos tienen premio - repitiéndose así el principio básico postmoderno de las muchas narrativas y de su egalitarianismo (esta dos últimas referencias bibliográficas se las debo al nuevo blog La Escuela de Purkinje, al que le deseo y auguro un futuro saludable).

Al final, no me queda claro si he hecho explícita la narrativa de la que parto, o si ésta es una meta-narrativa o si la narrativa es internalista y Whig o si, por el contrario, he optado por un equilibrio políticamente correcto.

De hecho, esta última frase me recuerda a una de las razones por las que el eminente psicólogo Paul Meehl no asistía a Conferencias Clínicas de Presentación de Casos: Meehl habla de cómo siempre es posible encontrar alguien que trata de ser tan equilibrado y conciliador que sería capaz de decir cosas como esta: hay que llegar a un término medio entre los que dicen que la tierra es redonda y los que dicen que es plana; ambas narrativas son igualmente válidas...