Al empezar el mes, suelo leer lo que se publica en las revistas más importantes (ver más abajo para Factor de Impacto y Eigenfactor) de Psiquiatría General .
La revista Molecular Psychiatry, que cada vez escala más puestos en la lista de Impact Factor (¡Y dale con eso!) publica este artículo de algo que se supone que ya sabíamos pero que queda confirmado en un estudio epidemiológico a gran escala: es la impulsividad la que mata en aquellos que contemplan el suicidio.
Aquí adjunto una muestra con algún que otro comentario y algún que otro artículo que ha caído añadido - no necesariamente de publicación reciente.
Desde el temible asunto de Andrea Yates (este caso fue terrible, pueden leer el peritaje del psiquiatra forense aquí y además en PDF), el tema del infanticidio me llama la atención. Una vez, cuando estaba de guardia en el antiguo Hospital Ntra. Sra. del Pino, tuve que atender a una mujer en pleno episodio psicótico que acababa de matar a su hijo de unos días. Una revisión notable de la cuestión del infanticidio es accesible aquí . Se trata de un artículo de revisión en el American J of Psychiatry. Es un tema del que se habla poco, pero más tarde o más temprano volveremos, trágicamente, a tener referencias de un infanticidio en las noticias.
Psychological Medicine continua siendo una de las revistas con mayor factor de impacto - aunque personalmente prefiero la noción de eigenfactor - y este artículo justifica el motivo de ello; suelen ser unos artículos originales, en el sentido de nuevos y diferentes. Esta contribución merece que copie íntegramente la conclusión: "Bipolarity does not independently influence risk of suicidal behavior or alter the influence of well-established suicide risk factors within affective disorders. Suicide risk assessment strategies may continue to appraise these common risk factors without regard to mood polarity." Al parecer los pacientes bipolares tenían historia de más tentativas, pero ello no predijo el suicidio y, además, la polaridad no es un factor de predicción de suicidio (¡!).
El blog The Amazing World of Psychiatry es uno de lectura obligada (ya he mencionado, repetidas veces, Mind Hacks de Vauhgan Bell). En esta ocasión lo mencionó porque hace accesible un articulo de revisión de un tema difícil en psiquiatría: el del elusivo trastorno esquizoafectivo. Se puede llegar al artículo de revisión a través del blog. Es un artículo largo pero muy completo e ideal para tenerlo sin leer y sacarlo de vez en cuando cuando nos pidan hacer una revisión bibliográfica.
El año pasado estuve en la reunión de la American Psychiatric Association en Washington capital. Una de las conferencias a las que asistí fue a la de Helen Mayberg que me llegó a impresionar con su aspecto de mujer decidida y valiente. El tema que tocó fue el de la implantación intracerebral de electrodos para estimular el área 25 de Brodmann que, además, ilustra esta entrada del blog. El tema, aunque inalcanzable para el psiquiatra clínico, es fascinante y me hace pensar en Becky .
Desde el artículo famoso de Hudziak y Guze en el American en el que no lograban encontrar pacientes con trastorno límite de la personalidad puros y la mayoría padecían de Síndrome de Briquet (Guze dixit), el TLP no ha vuelto ser lo mismo. Una forma monosintomática del Síndrome de Briquet es, según Guze, los trastornos disociativos... y este otro hallazgo publicado en el último número del Acta Psychiatrica Scandinavica no deja de intrigarme porque propone que es la disociación la que distingue a pacientes con TLP y problemas cognitivos de los sujetos control (¿Vienend a decir entonces que el TLP es un trastorno con sustrato orgánico?).
NB: en la imagen las Áreas de Brodmann, en especial la situación del área 25, mencionada en una de las referencias.
1 comentario:
Me temo que el valor predictivo seguirá siendo el del toro pasado, es decir, ninguno. Entre otras cuestiones, está el hecho de que no tenemos máquina del tiempo, y si hubiera matado o no a los hijos es realmente una incógnita, por lo que siempre trabajaremos con aquello de la "guerra preventiva".
El último caso que conozco sucedido en Canarias, en la Isla de La Palma, en principio, no hubo ningún tipo de contacto con el sistema sanitario (o al menos no trascendió, o no tuve conocimiento de ello). Claro que seguiremos hablando de ello, se ha dado en toda la historia de la humanidad, y sospecho que los casos son muchos mas de los que se dice. En esas muertes súbitas de bebés, estoy convencido de que hay una mano que mece la cuna detrás en más de una ocasión, aunque logicamente esto es una elucubración. El infanticidio se dará con forma de "enfermedad mental" o sin ella. Sin ella probablemente debido a "esto no es lo que yo me esperaba" (en su más amplísimo sentido), me pregunto si no será exáctamente lo mismo con enfermedad mental, aunque mas floridamente expresado. Observando la "línea de vida" de Yates, no me extrañaría. La vida de esa mujer, no me pregunte porque, hizo que me surgiera en la cabeza el apellido "Madoff" (si, el estafador, que explica lo que le pasó, porque solucionar un pufo le llevó a realizar otro, y una cosa a la otra, se lió, y montó la que montó).
En cuanto a la valentía de Helen Mayberg, no se si admirarla o temerla, teniendo en cuenta que Egas Moniz era igualito. Como bien dice usted, al pensar en Becky, uno se acuerda de lo que motivó que Moniz comenzara a realizar lobotomías (leucotomías). Fué una sencilla regla de tres, aplicada por un tío estudiado, valiente y metódico: "Monos lobotomizados=monos dóciles; esquizofrénicos=gente muy rebelde; monos aproximadamente igual humanos: lobotomizados=humanos dóciles).
Por otra parte, me pregunto quien es, y cual es el color de ojos de doña "Impulsividad". Debe de ser una señora muy pero que muy mala.
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