lunes, 5 de octubre de 2009

To treat or not to treat?

Algunos de los MIR en psiquiatría recordarán que hace unos 11 meses mencioné, a través de un e mail, el blog Head to Head, correspondiente a la revista Evidence Based Mental Health. Se trataba de una noticia acerca de una paciente, Kerrie Woolterton, que había acudido al Servicio de Urgencias de un hospital inglés y, tras beber líquido anticongelante, solicitó, en un "Testamento en Vida", que no la trataran.

Era una paciente conocida de los servicios de salud mental con un diagnóstico de Trastorno de Inestabilidad Emocional de la Personalidad. La paciente acabó muriéndose en el Servicio de Urgencias.

Recordarán también que hubo varias respuestas/comentarios por parte de los MIR que, en general, pensaron que tendrían que haber tratado a la paciente en contra de su voluntad.

El blog Head to Head vuelve a dedicarle un post porque se acaba de publicar en el blog del BMJ, nada menos, un comentario legal acerca de lo que pasó, en dónde le dan la razón a la paciente (¡!).

Lo interesante del caso es que cumple los criterios de la Capacity Act 2005 (la Ley de la Capacidad - para Inglaterra, Galés e Irlanda del Norte; la legislación escocesa es diferente):

  1. Que la paciente sea capaz de entender la información relacionada con la decisión a tomar,
  2. Que sea capaz de retener la información,
  3. Que sea capaz de sopesar o usar la información relacionada con la decisión a tomar,
  4. Y que sea capaz de comunicar su decisión.

En mi opinión, los cuatro criterios son útiles y deberían ser tenidos en cuenta a la hora de hacer este tipo de evaluaciones en nuestro medio. Es interesante señalar que la Capacity Act no especifica quien debe hacer esta evaluación - en otras palabras, la puede hacer cualquier médico y no necesariamente un psiquiatra.

Y hablando precisamente de suicidios, el BMJ acaba de publicar (11 Agosto) un interesante meta-análisis acerca de la relación entre los antidepresivos y la ideación suicida.

Como sabrán, existen algunos ISRS, como la paroxetina, en los que se ha establecido, al menos en adolescentes, una correlación estadísticamente significativa entre su uso y el aumento de ideación suicida.

El estudio del BMJ, un meta-análisis, es particularmente interesante porque concluye que este riesgo varia con la edad: así, si se tiene menos de 25 años, el riesgo es más alto, para ir disminuyendo paulatinamente, de manera que hasta los 64 el riesgo es neutro y disminuye después de los 65 años.

El artículo es accesible en su totalidad y al ser un hallazgo novedoso, merece que se le dediquen los pocos segundos en los que se lee el abstract. Los comentarios que lo acompañan, también merecen la pena.

Nota: en la imagen, la cubierta del Code of Practice - Mental Capacity Act 2005.

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