domingo, 21 de marzo de 2010

La Ley de la Ciencia, la optogenética y el área 25.

Leía, y no sé gracias a que blog, que España vuelve a la Ciencia para encontrar un estímulo ante la recesión económica - esta noticia la recoge nada menos que la revista Science.

Hace alusión a la nueva ley que regulará la Investigación Científica y cuál ha sido el efecto sobre el colectivo de investigadores en España.

De acuerdo con la crónica, no parece que los investigadores españoles estén demasiado contentos con la propuesta de la ministra Garmendía: según el comentario de uno de los entrevistados, se sigue favoreciendo el tiempo trabajado sobre el talento - esta es otra manera de describir lo que decía Baroja: En España se recompensa la sumisión y no el trabajo bien hecho (he citado de memoria y no sé si Baroja exactamente dijo o escribió esto - he de añadir que he tratado de encontrar la cita en su autobiografía, Desde la última vuelta del camino, pero sin resultados satisfactorios).

(...)

Hace unos días acudí a la 2ª reunión conjunta de la Sociedad Española de Psiquiatría y la American Psychiatric Association organizada por el laboratorio escandinavo Lundbeck. Como pueden ver en el programa, Allan Schatzberg, Presidente de la APA, trató de mostrar las líneas maestras de la investigación en psiquiatría (más en concreto, de la depresión) para los próximos años. Además de los reiterados lugares comunes (Serotonina, Dopamina, Adrenalina, Glutamato, etc.), habló de la Optogenética.

A mi me sonó a ciencia ficción, pero al hacer una búsqueda perfunctoria del término en Google, hallé, entre otras joyas, este blog (Experientia Docet) y este post en particular, que es apoyado por una fotografía asombrosa que es útil para ilustrar qué es la 0ptogenética. Más recientemente, la revista JAMA ha publicado una columna acerca de la Optogenética, que se puede encontrar aquí (he adjuntado la página a aquellos que reciben el post por e mail) y, para no quedar a la zaga, Nature publica este otro artículo, también de Enero de este año, aquí (que también adjunto a quienes reciban el post por e mail).

En esencia, se trata de activar o inhibir una o un grupo de neuronas en particular, a las que se les ha introducido, vía un lentivirus, el aparato genético encargado de una proteína que se active mediante una longitud de onda específica, es decir, una opsina (en relación con este enlace, es de notar que los genes de las opsinas se descubrieron por primera vez en la hydra magnipapillata, una especie acuática, y que también es posible encontrarlos en determinadas algas).

La opsina, a su vez, está emparejada ("coupled") con una bomba de protones, o de iones cloro, o de iones sodio. La activación o la inhibición de la bomba de protones es la responsable de que la neurona se active o se inactive.

El grado de sofisticacion es extraordinario. Como menciona uno de los inventores (Deisseroth) en la columna de JAMA, hasta ahora, con el uso de electrodos convencionales, la activación era comparable a una orquesta sinfónica en la que todos los instrumentos estaban mezclados; si el director señalaba con la batuta un área particular de la orquesta, se oía una cacofonía de sonidos, puesto que todos los instrumentos de esa área tocaban al unísono. Sin embargo, al utilizar una fuente óptica que sólo estimula la neurona portadora del gen de la opsina, únicamente se activa o inhibe un instrumento concreto, siendo la especificidad y sofisticación de la acción extraordinarias.

Ahora, y en un salto de la investigación básica a la clínica, conecten y comparen la precisión de un haz de luz con una longitud de onda determinado con la de un electrodo que se introduce hasta el área 25 de Brodmann tal y como hizo Helen Mayberg en este "landmark paper" publicado en la revista Neuron en el 2005 y al que pueden acceder en su integridad. ¿Qué preferirían, el haz de luz o el electrodo tras cirugía estereotáxica?

Y, volviendo a la columna en Science y a la ministra Garmendía, ¿Se podría hacer este tipo de trabajo de investigación en España, a la luz de la nueva ley?

En la imagen, el área 25 de Korbinian Brodmann - quien liberó el copyright de la imagen y es, por tanto, de uso público.

miércoles, 3 de marzo de 2010

From disease mongering to Big Pharma's suicide?

Esta mañana acudí a una de las Sesiones Clínicas de la Red de Salud Mental. La ponente, psicóloga clínica, joven, probablemente brillante, bien parecida, habló de los trastornos afectivos en la infancia.

Su abordaje fue ortodoxo: desde el psicoanálisis de la década de los cuarenta del siglo pasado, pasando por John Bowlby, hasta llegar al paradigma cognitivo, la psicopatología del desarrollo e, inevitablemente, el DSM-IV-R (aunque desde Febrero de este año, parece que es válido escribir dsm4).

Una de las ¿limitaciones? de su presentación fue la dificultad/incapacidad para discriminar entre una reacción adaptativa e inespecífica a reacciones adversas (la learned helplessness de Seligman) y la depresión como enfermedad sensu stricto (en el sentido que por ejemplo le da Gordon Parker en su clásico artículo del año 2000 en el American Journal of Psychiatry o en este artículo , más reciente, en Psychological Medicine de 2005 y de acceso libre ) .

Me pierden las digresiones, pero es inevitable traducir la conclusión del abstract del artículo de Parker: "Se argumenta que el concepto de depresión mayor ha llevado a una investigación y una práctica clínica estériles y que existe la necesidad de un cambio de paradigma en el modelado y clasificación de la depresión."

La reflexión que sigue es obvia: si la conceptualización de la depresión (o de las depresiones, para seguir a Parker, Shorter, Fink, Tyrer y tantos otros, que se oponen o disputan el sistema unitario de Akiskal, predominante desde la publicación de su artículo en Science del año 1973) es problemática, necesitándose un replanteamiento de los cuadros nosológicos ¿Como es posible una discusión válida acerca de la depresión en la infancia partiendo de reacciones adaptativas específicas y adquiridas en el curso de la evolución de la especie?

En otras palabras, es posible concebir que se haya expandido el ámbito de la Depresión Mayor (DSM dixit) de adultos a niños y con ello, se expande el mercado comercial de las grandes compañías farmacéuticas (¡Quién le iba a decir a la psicóloga ponente que su discurso era el discurso de Big Pharma!).

Una forma extrema de ése discurso queda cifrada en las noticias que llegan de Astra Zeneca, la compañía que inventó y manufactura la quetiapina. Hallé la noticia en elblog de la revista Nature: en suma, AZ va a echar a la calle a ¡500 científicos! porque de lo que se trata no es de hacer Investigación & Desarrollo, sino de generar beneficios para la compañía. Me pregunto si entonces el famoso mantra de la simbiosis entre Big Pharma y los psiquiatras podrá seguir usándose. Es interesante mencionar que en Wall Street, nada menos, se preguntan si con la destrucción de los programas de I&D no se estarán pegando un tiro a sí mismos.

Mientras tanto, las críticas y contracríticas al dsm5 continúan - ha sentado mal que la mayoría de ellas vengan de sectores no psiquiátricos ni científicos; la revista
Psychiatric Times le dedica a este tema un artículo irónico que no es de lectura obligada y que sin duda se comentará en los blogs en inglés más importantes, además no está nada mal... con ataque a la palabrería/gilipolleces post-modernas (Postmodern bullshit que diría Ghaemi) incluida. Por cierto, Ghaemi acaba de publicar su libro The rise and fall of the biopsychosocial model, que acabé de leer hace unos días y que ha provocado un torrente de críticas - la mayoría injustas y poco informadas - por parte de los psiquiatras americanos, pueden leer acerca de ello aquí, siempre que se hagan usuarios de Medscape Blogs.

La imagen ha sido utilizada bajo el principio Fair Use - se retirará a petición.

lunes, 1 de marzo de 2010

Totally trashy stuff with an evolutionary end.

Algunos reconocerán el subtítulo del blog Nietos de Kraepelin: Psiquiatría clínica y cultura basura. Lo cierto es que en inglés suena mejor: Trash Culture. Esta denominación es en honor de dos residentes - en inglés, S.H.O. - con los que me formé en el Reino Unido. A ambos les gustaban las películas "gore", especialmente de zombis, y las novelas de Espada y Brujería, además de la Ciencia Ficción.

Desde entonces, sigo con más o menos asiduidad algún que otro fanzine sobre estos temas; con la Web2, sigo el blog Zonafandom que me pone al día, en español, de lo que se publica y de lo que se estrena por estos pagos. Sin embargo, escribo poco o nada de esto en el blog porque se supone que un señor respetable debe interesarse por otras cosas y no por Christian Bale en American Psycho o por lo deleznable y nauseabunda pero repugnantemente atractiva novela homónima escrita por Bret Easton Ellis. Por tanto, cuando encuentro un blog "serio" en el que se revelan gustos similares, como Neuroskeptic, pues ¡Bienvenido sea!.

Neuroskeptic menciona la película The Crazies, que es un remake de una película de los setenta dirigida por George Romero. Y ofrece la posibilidad de un escenario similar - es decir, la posibilidad de manipular el cerebro y de que nos volvamos agresivos/zombies... sin embargo, la escala en la que ello podría ocurrir equivale a n = 1; así hace mención a un artículo publicado en la revista Neurology en el año 2002 (para aquellos que reciban este post en forma de e mail, lo he incluido para su disfrute y lectura - para el blog N de K, pueden acceder a la referencia en PubMed aquí, cortesía de Neuroskeptic).

Y siguiendo la vena "trashy", gracias a otro blog que sigo (Deric Bownd's MindBlog) he llegado a esta parodia, en algunos sentidos durísima, de lo que en el post de Neuroskeptic se denominó "trastorno del espectro zombi" y que ya existe en psiquiatría clínica, me refiero a los "trastornos del espectro afectivo de tipo subclínicos": se trata de la noción de Depresión Asintomática (¡!), que tiene poco que ver con la depresión enmascarada.

Sin embargo, no deseo concluir sin mencionar uno de los artículos más interesantes que se han publicado recientemente acerca de la depresión con el título: El lado brillante de estar deprimido. La depresión como adaptación para analizar problemas complejos. Se trata de una perspectiva evolucionista muy original de la etiología de la misma - pueden descargar el artículo íntegramente y en PDF desde el post del blog. Se la debo al blog The Frontal Cortex, de Jonah Lehrer (que en la foto que ilustra su blog parece jovencísimo) que junto al inevitable Mind Hacks es de lo más interesante que se está publicando en estos momentos.

Nota: la imagen ha sido utilizado bajo el principio de FAIR USE descrito en la versión inglesa de la Wikipedia.